Los movimientos feministas nacieron con el objetivo de luchar por la igualdad social entre hombres y mujeres y acabar, de una vez por todas, con la discriminación que sufren las mujeres y a la que ya hemos hecho referencia en este blog.
A lo largo de los años, el feminismo ha elaborado teorías para entender el porqué de esta desigualdad entre ambos sexos y la más destacada, sin duda, es la del patriarcado, en la que se establece una relación de jerarquía controlada por los hombres que, a su vez, discrimina a las mujeres de una forma política, social y económica.
Para poder defender sus intereses, los colectivos feministas se encargan de crear una identidad que los una y, de este modo, reclamar la igualdad entre ambos sexos.
En el siglo XIX, de hecho, no tenían ni derecho al voto, por lo que surgió en Estados Unidos el movimiento sufragista, dentro de estos grupos feministas. Sin el derecho a voto, ¿qué podían reclamar las mujeres? ¿Qué clase de igualdad política o social podían reivindicar ante las autoridades si no podían expresar sus ideas ni sus inquietudes? Ni siquiera las autoridades las escuchaban. El movimiento traspasó fronteras y creó otros movimientos parecidos en otros países, acercándose cada vez más a su objetivo. Pero esta especie de “revolución de ideas” por parte de los grupos feministas hizo que muchas sufragistas fueran condenadas a ir a prisión, simplemente por defender y reclamar su condición de ciudadana y, antes que esto, de mujer.
Estos avances se tradujeron en la representación parlamentaria que perseguían. Y sí, los partidos políticos ya recogían sus intereses, pero estos derechos formales no significaban la eliminación de las discriminaciones a las mujeres por culpa de la división sexual del trabajo. Así, en los años setenta del siglo XX nació otro movimiento feminista, el feminismo contemporáneo, que va más allá del movimiento sufragista, ya que, además de la igualdad entre hombres y mujeres, buscaba el cambio radical de la organización social, de la identidad de género que se nos impone desde la infancia, esos roles que vienen asignados de fábrica a ambos sexos. La lucha por la igualdad se tradujo en la lucha por la liberación de la mujer, por salir de las cuerdas a las cuales las ataban los hombres. Esto es lo que reclaman las mujeres. Lo dice Christine Delphy.
El mundo está dirigido por clubes de hombres (Christine Delphy)
Christine Delphy, teórica del feminismo, copresidenta de la Fundación Copérnico, investigadora del CNRS - Centre National de Recherche Scientifique (Centro Nacional de Investigación Científica de Francia). Participó, además, de uno de los grupos fundadores del Movimiento de liberación de mujeres, en 1968.
En este vídeo, en francés, Delphy imparte una conferencia en la que habla del feminismo, de las desigualdades de género, de la violencia masculina y de la voluntad de las mujeres de deshacerse de las cadenas impuestas por los hombres a lo largo de la historia.