BIENVENIDOS

Como es costumbre en la sociedad, cuando se le abre la puerta de casa a alguien se saluda. Normalmente, si es conocido, se dice "Hola, ¿qué tal?" o cualquier otro saludo más particular, y cuando es más formal queda mejor decir "Bienvenido". Pues esto es lo que os decimos a todos aquellos que consultéis nuestro Blog para fijar vuestra mirada en nuestra mirada "sociológica" de los diferentes temas que tratamos. También hemos aprovechado otros recursos que permite el Blog: la música, las fotografías y los vídeos que complementan los artículos.

Seguramente no fallemos al afirmar que el perfil más frecuente del que visite esta web será de: estudiante de Periodismo de la UAB, matriculado en la asignatura de Estructura Social, con la profesora Judith Astelarra y del Grupo 52 de tarde. Todos los que entren y encajen con este perfil no tendrán problemas para entender de qué va nuestro Blog. El que no lo sea, bienvenido también, pero seguramente quedará perplejo de la cantidad de entradas publicadas en cascada el mismo día.

Lo que vais a ver -y espero que también a leer- a continuación es la síntesis de un conjunto de temas que van desde la misma definición de Sociología hasta otros como la exclusión social, la globalización, el feminismo, las desigualdades de género y clase, la movilidad social, la familia o las etapas de la vida. TODO bajo el mismo paraguas y desde el punto de vista de nuestra atenta y perspicaz "mirada sociológica".

Esperamos que os guste y dejéis comentarios, con total libertad y respeto, en los artículos que queráis. Como os hemos dicho al entrar, ésta también es vuestra casa. Adelante.

Os saludan Àngels Masqué, Andrea Bueno, Natalia Martínez y Sergi Márquez

Mills jugará en “el clásico”, aunque fuera del campo

Este sábado, en la jornada de Liga de fútbol de primera división, se enfrentan el Barça y el Madrid. En teoría sólo son dos equipos de fútbol. En teoría, sólo se disputan tres puntos, sólo “juegan” un partido y sólo practican un deporte. Pero, en este caso, nada es como debería ser.

Podría decirse que durante los 90 minutos que dure el verdadero match –descontando la semana previa que llevan calentando el ambiente, y la siguiente, que servirá para analizar los resultados y vacilar a nuestros conocidos del equipo perdedor–, el partido se convertirá en algo más personal, aunque no nos afecte directamente. En ese estadio habrá algo capaz de emocionar y atravesar los muros del estadio, las fronteras del país, y que sacudirá casi la corteza de la Tierra.

Para empezar, al partido se le conoce como “el clásico”, cosa que lo equipara con otras cosas que consideramos “clásicas” porque que forman parte de nuestra cotidianidad, y esperamos que se repitan año tras año –a poder ser más de una vez, como los partidos de liga–. La celebración de Navidad, que nos feliciten el cumpleaños y nos hagan regalos, echar de menos la rutina diaria en vacaciones y desear las vacaciones en nuestra rutina diaria, la caída de las hojas de los árboles en otoño, las nevadas en invierno o que la Ley de Murphy nos persiga cuando menos lo esperamos, entre otras cosas.

Por este motivo, “el clásico” adquiere un valor simbólico que también va más allá de ser un simple partido de fútbol. Es la ocasión perfecta para reunir a los amigos en casa para cenar, hacer una “porra” durante la semana antes para darle todavía más emoción y, quizás, ganar algo de dinero, salir con el coche a pitar por las calles de nuestro pueblo si gana nuestro equipo, tal vez tirar algún petardo que nos sobró de la verbena de San Juan y que lo guardamos para una ocasión “especial”.

Por su parte, los dos clubes tienen mucho poder económico, y son los que más se juegan en este partido. Se convierte en una cuestión de honor el enfrentarse a los “eternos rivales”. El Real Madrid siempre se ha considerado “el equipo del Gobierno”, ya desde el régimen franquista. Y, aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es del Barça, este club ha sido siempre un icono del catalanismo. Por eso, al enfrentarse, de algún modo y a nivel territorial simbólico, se convierte en una “guerra” entre Madrid y Cataluña, más allá del fútbol y del deporte, y más cercano a la política.

Esto se aprecia en el siguiente vídeo, que compara los comentarios de un Barça-Madrid de la televisión pública catalana TV3 con los de la madrileña Telemadrid:


Lástima que Charles Wright Mills (padre de la imaginación sociológica, en la fotografía de arriba junto al padre de la sociología, Auguste Comte; y un jugador del equipo contrario) esté “lesionado” y se pierda el partido, al menos el de verdad. Este sábado, durante esos 90 minutos, el mundo dejará de respirar para desear sólo una cosa: que el lunes, como siempre, al parar el despertador, deseemos quedarnos en la cama 5 minutos más.

De picnic sociológico


En una parte del mundo, cuyo nombre ahora mismo no recuerdo, hace un día estupendo para ir de picnic a la montaña. La gente va llegando y coge el sitio que cree mejor para reunirse con sus afines y charlar.

Los primeros que se aprecian abajo a la izquierda son el espectro de Auguste Comte charlando con Émile Durkheim sobre el mantel del funcionalismo. Los dos autores no son coetáneos, sino que Durkheim nació siete meses y diez días después de morir Comte. Pero recogió el testigo de su pensamiento. Los dos creían –aunque Comte fuera el padre de la teoría– que se debía estudiar la vida social con la misma objetividad con que los científicos se ocupan de la naturaleza. Comte le puso por nombre Positivismo, y desde el principio le enseñó que con su enfoque podía producir conocimientos sociales basados en datos empíricos procedentes de la observación, la comparación y la experimentación.

En un momento de la discusión, Durkheim le reprochó a Comte que la mayor parte de sus trabajos eran demasiado especulativos y no había logrado darle a la sociología una base científica. Pero no obtuvo respuesta. También le comentó su visión acerca de la preocupación intelectual de Sociología –de la que los dos fueron amantes– por el estudio de los hechos sociales, es decir, las formas de actuar o pensar externas a los individuos y con poder coactivo sobre ellos. Tampoco obtuvo contestación. Y Durkheim terminó por comentarle unos datos del estudio que estaba realizando sobre el suicidio, y frunció el ceño al aseverar que los factores sociales tienen una influencia decisiva por encima de ser un acto puramente personal.

A pocos metros de distancia, bajo una sombrilla –propaganda de su empresa Marxismo– para evitar el intenso sol de mediodía, Karl Marx escucha atento las palabras de los anteriores y se da cuenta que sus ideas contrastan vivamente con las suyas. Él prefiere centrarse en las cuestiones económicas y cree que las transformaciones más importantes de la época contemporánea están vinculadas al desarrollo del capitalismo, un sistema que conlleva la producción de bienes y servicios para venderlos a una amplia gama de consumidores.

Marx piensa que estas empresas capitalistas tienen dos elementos principales: el capital, para crear más capital, y el trabajo asalariado, que lo realizan los trabajadores –el proletariado– que para ganarse la vida dependen del empleo que les dan los propietarios del capital. También cree que la lucha de clases es el motor de la historia, y de este modo, los sistemas sociales han pasado de una forma de producción a otra –de forma gradual o mediante una revolución– según las contradicciones que se producen en sus economías.

En el otro extremo de la montaña, sentados en un moderno banco de madera patrocinado por Interaccionismo Simbólico, están debatiendo sobre sus postulados Max Weber y George Herbert Mead. El primero intentaba comprender la naturaleza y las causas del cambio social, tenía influencias de un conocido suyo llamado Marx. Aunque rechazaba la concepción materialista de la historia y restaba valor a los conflictos de clase, le daba la razón en que los factores económicos son importantes. Pero consideraba que el impacto de las ideas y los valores sobre el cambio social eran igualmente significativos. Él pensaba que se debía centrar la atención en la acción social, en comprender los significados subyacentes de las estructuras sociales.

Weber empezó a contar lo que era un “tipo ideal”, es decir, la forma “pura” de un determinado fenómeno, cuando Mead prefirió cambiar de tema y hablar del interaccionismo simbólico. Esta concepción surge de la preocupación por el lenguaje y el significado, pues Mead sostiene que es el lenguaje lo que hace a los seres humanos individuales. El elemento clave es el símbolo, que puede ser una palabra, una acción, un gesto o cualquier acto de comunicación no verbal, que tiene un significado concreto. Mead explicaba que servía para analizar la comunicación interpersonal, y a cómo se utilizan para dar sentido a lo que otros dicen o hacen. Entonces fue cuando decidieron hacer una pausa para descansar, y jugaron al veo-veo.

Una de las fundadoras olvidadas en sociología es Harriet Martineau, que aquel día observaba entre las nubes lo que hacían sus colegas. Se la considera la “primera mujer socióloga”. Es importante en sociología por tres razones: porque dijo que cuando se estudia una sociedad hay que analizar todos sus aspectos –instituciones políticas, religiosas y sociales clave–, también intentar comprender la vida de las mujeres y a otras cuestiones antes desatendidas como el matrimonio, los hijos, la vida doméstica y religiosa y las relaciones raciales. Martineau consideraba que los sociólogos han de ir más allá de la observación para actuar de forma que se beneficie la sociedad, por eso también defendía los derechos de las mujeres y la emancipación de los esclavos.

Empezaba a oscurecer cuando todos recogieron sus cosas y se marcharon de aquel lugar, que volvió a quedarse vacío y en calma. Las ideas se iban disipando gracias a la suave brisa de la noche, mientras la luna, desde el cielo, se reía.

(R)Evolucion.es

EVOLUCIÓN SOCIAL
Desde la sociedad agraria a la era de las nuevas tecnologías. ANTES y DESPUÉS.
Incomparablemente incomparable.
EVOLUCIÓN HUMANA
Desde el andar encorvado hasta los problemas de espalda por culpa del ordenador.
EVOLUCIÓN MUNDIAL
Hace unos años

Ahora

el azul celeste representa la opulencia del Primer Mundo

el verde esperanza simboliza las ansias del Segundo Mundo

el rojo fuego identifica la indefensión del Tercer Mundo

... pero ...

la nada invisible es el color del Cuarto Mundo

Víctor y Genie

Víctor es un nombre masculino bastante frecuente. En la actualidad, según el último estudio elaborado por el INE (Instituto Nacional de Estadística),(http://www.ine.es/daco/daco42/nombyapel/nombyapel.htm), y muestra que el año pasado 2.041 niños fueron censados con ese nombre. Seguramente todos ellos crecerán junto al calor de una familia y un hogar, con unos amigos con los que reírse del mundo, con la “hostia” de la primera comunión, con los juguetes de los Reyes Magos, con el típico profesor que le tiene manía, con un capítulo repetido de “Los Simpsons”, con las novatadas del primer día en el trabajo, con el ruido de taladro del vecino de arriba, con los momentos en el ascensor con la vecina del piso al lado, con la victoria de su equipo de fútbol, con el último CD de su artista favorito, con la bicicleta en verano, o con ese “nosequé” que cada Navidad se instala en algún lugar cerca del alma.

Víctor de Aveyron nunca supo qué era nada de eso. Apareció un día en los bosques cercanos al pueblo de Saint-Serin (sur de Francia) y, aunque se le identificó como un niño de unos doce años, parecía más un animal salvaje. Los exámenes médicos no revelaban ninguna anormalidad. Cuando se le ponía delante de un espejo veía su imagen pero no se reconocía a sí mismo:
Extracto de la película El Pequeño Salvaje, de F. Truffaut

Ésto es lo escribió un sacerdote que estuvo presente durante este suceso:

Todos estos pequeños detalles, y muchos otros que podríamos añadir, prueban que este niño no carece totalmente de inteligencia ni de capacidad de reflexión y razonamiento. Sin embargo, nos vemos obligados a reconocer que, en todos los aspectos que no tienen que ver con sus necesidades naturales o la satisfacción de su apetito, se percibe en él un comportamiento puramente animal. Si tiene sensaciones no desembocan en ninguna idea. Ni siquiera puede compararlas unas con otras. Podría pensarse que no existe conexión entre su alma o su mente y su cuerpo”. (Shattuck, 1980. p. 69; véase también Lane, 1976.).
Genie es un nombre menos frecuente. Su caso es más especial todavía, aunque en la actualidad tiene algún referente (http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=506646). Esta niña de California estuvo encerrada en una habitación a oscuras desde que tenía poco más de un año y hasta los 13 atada a una sillita de niño: carecía de juguetes propios de su edad, sólo veía a los miembros de la familia cuando le traían comida, su padre le pegaba y no le permitía articular sonido alguno, entre otras atrocidades. Se cree que la encerró porque pensaba que la niña era “retrasada”. También retuvo a la madre, que estaba quedándose ciega, y el único contacto con el exterior era a través del hermano que iba a la escuela y hacía la compra. En 1970, la madre pudo escapar de casa y se llevó a Genie, que empezó a tratar con los trabajadores sociales.

Extracto del documental La niña salvaje (Documentos TV, La 2 de TVE)

Víctor murió a los 40 años sin lograr adaptarse a la sociedad, y Genie vive en un centro de acogida para adultos en el sur de California, el sexto desde que el caso se destapó. Ambos tienen algo en común, pues parece que existe un “período crítico” para el aprendizaje de ciertos comportamientos sociales y hábitos, y también de las experiencias que forman el “currículum oculto” de la persona. “Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta”, decía Aristóteles. ¿Tendría razón?

- Abuelo, ¿de mayor voy a ser como tú?

Le preguntó una vez un nieto de siete años a su abuelo. Él no supo qué responder.

- La vida ha cambiado mucho –le dijo al final–. Cuando yo tenía tu edad ya trabajaba en el campo con mi padre, y también cuidaba del ganado que tenía la familia junto con mis hermanos. Mis hermanas se quedaban en casa ayudando a mi madre. En fin, que se ayudaba a la familia en lo que podía.

- ¿Y no mirabais los dibujos en la tele? –preguntó el nieto, extrañado.

- Aunque ahora parezca raro, entonces la vida estaba más fuera la pantalla que dentro. Pero a diferencia que tú, yo no pude estudiar. Apenas aprendí a leer y escribir. A los catorce años entré a trabajar de camarero en un bar de mi pueblo. Así también traía algo más de dinero a casa. Tu abuela vivía en la casa de al lado. Las dos familias siempre hemos tenido mucho trato.

- ¡¿Conocías a los vecinos?! Nosotros sólo los saludamos si los encontramos por casualidad en el rellano cuando llegamos o salimos de casa –le contó el nieto.

- Entonces era diferente. El pueblo era pequeño y casi todos nos conocíamos. Pero allí no teníamos tantas oportunidades para vivir como aquí. Al poco de habernos casado tu abuela y yo tuvimos a Juan y a Pablo, los gemelos; y después vino tu madre. Ganaba demasiado poco para todos, y por eso me tuve que ir a Alemania a trabajar. En aquella época era allí donde se hacía dinero, y lo mandaba a la familia.

- ¡¡Nosotros fuimos a Berlín durante las vacaciones!! Fue la primera vez que monté en avión y no tuve miedo –relataba el muchacho.

- ¡Qué valiente! –dijo risueño el abuelo. Yo todavía no he ido en avión. A mí sí me da miedo, pero no se lo digas a nadie.

- ¿Pero entonces cómo fuiste a Alemania? –preguntó con curiosidad el nieto.

- En autobús. Pero entonces ni las carreteras ni los automóviles eran como los de ahora, ni por asomo. Estuvimos dos días viajando, aunque paramos a dormir. Aún conservo una fotografía en la que salimos todos los amigos del pueblo que estuvimos allí. Tu abuela la tendrá guardada en algún sitio.

- ¿En el ordenador, como las que tiene mi padre, no? –le dijo el pequeño.

- ¡Uy, no! Antes no existían tampoco ni las cámaras digitales ni los ordenadores, era todo más normal, no como ahora...

- ¡Qué aburrido sería! –apostilló su nieto.

- Era la vida de entonces. Yo no la cambiaría por la de ahora. Por eso vinimos a vivir a Barcelona cuando tu madre tendría tu edad. Aquí nacieron tus otros tíos. Pensamos que tendríamos una vida mejor. Y no nos equivocamos.

Su nieto le miraba, embelesado por la historia que le contaba, la historia de su familia al fin y al cabo. Uno de los cuentos que más le gustaba escuchar.

Está claro que las etapas de la vida serán las mismas, pero no sus circunstancias. Aquí un vídeo de un abuelo y su “nietecito” (Anuncio publicitario de Bocatta). Los tiempos cambian.

Hablamos de familia....

¿Qué es la familia? Quizás muchos tengamos muy interiorizado este concepto ya que lo estamos experimentando cada día. Pero, ¿todo el mundo vive hoy de la misma manera el hecho de estar en familia? Y, otras cuestiones, ¿siempre se ha tratado igual este concepto? ¿Sólo existe un tipo de familia? ¿La cultura de cada país determina su estructura familiar?

Para empezar, tenemos que definir qué entendemos por familia. Así pues, una familia es un grupo de personas directamente ligadas por nexos de parentesco, cuyos miembros adultos asumen la responsabilidad del cuidado de los hijos.

El hablar de familia, nos lleva a hablar de parentesco y matrimonio, dos conceptos muy ligados –o por lo menos hasta hace unos años-. Los lazos de parentesco, pues, son los que unen y vinculan a los familiares consanguíneos, y se establecen a partir del matrimonio, por ejemplo. Y el matrimonio puede definirse como la unión sexual entre dos individuos que está socialmente aceptada y reconocida.

En la Europa occidental, el tipo de matrimonio más extendido es la monogamia (sólo se permite una pareja) o la monogamia sucesiva (casarse de nuevo después del divorcio), frente a la poligamia (un hombre puede tener más de una mujer simultáneamente –poliginia-, y viceversa –poliandria­-).

¿Sigue arrelado el concepto de família tradicional?


Desde siempre que se han reconocido diferentes tipos de familias, pero todas ellas basadas en la estructura tradicional: padre, madre e hijos. Actualmente existe una gran diversidad de grupos primarios a los que se les atribuye el calificativo de familia. Sin embargo, y por desgracia, no toda la población los reconoce como ‘familia’ ya que rompe con el orden tradicional (heterosexualidad y capacidad de reproducción). Empecemos, pues, a desvelar los tipos de familia existentes. En primer lugar, la familia nuclear que consiste en dos adultos y los hijos. Le sigue la familia extensa que tiene lugar cuando la nuclear vive con otros parientes bajo el mismo techo.

Actualmente, se ha diversificado la estructura familiar dando lugar a familias monoparentales (padre o madre y sus hijos), homoparentales (los progenitores del mismo sexo), solteros (un individuo solo), con más de un referente adulto (padres divorciados, y los hijos tienen dos madres o padres), un niño huérfano que vive con su abuela… De hecho, existen múltiples tipos de familias que no hemos nombrado, y es que cada caso es particular y, en muchos casos, único.

Pero, a pesar que muchas de ellas no respondan a la estructura tradicional, ¿son menos legítimas?


La bisexualitat (Entre línies)



Los sociólogos también se equivocan


A lo largo de los años se han ido haciendo estudios y llegando a conclusiones sobre los aspectos más históricos en torno a la familia. Y es aquí donde algunos sociólogos han metido la pata o bien no tienen el soporte de otros.

En primer lugar, el sociólogo Lawrence Stone explica el desarrollo de la vida familiar a lo largo de la historia en tres etapas: la primera (XVI-XVII) donde domina una familia nuclear muy ligada a la comunidad y donde los parientes escogen al cónyuge. La segunda, del XVII-XVIII, donde la familia nuclear sigue siendo predominante, pero más independiente de la comunidad. Y, por último, el sistema predominante hoy en Occidente basado en el individualismo afectivo, es decir, basado en los lazos afectivos. Ahora se le da importancia al amor y los sentimientos.

En segundo lugar, los sociólogos creían que el tipo de familia dominante en el periodo moderno era la extensa, pero después de realizar varios estudios se comprobó que no. La familia predominante era la nuclear por dos razones principales: 1) los hijos que marchaban de casa para buscar trabajo ya no volvían a casa; y 2) la elevada tasa de mortalidad infantil, y de mujeres durante el parto. Actualmente, excepto los países de África, Asia y el Pacífico –donde mantienen la estructura familiar tradicional-, se están produciendo una serie de transformaciones (expansión de la cultura occidental –amor romántico-, gobiernos centralizados, expansión urbana…) que hacen que el mundo se encamine hacia un predominio de la familia nuclear.

Diversidad cultural, influencias recíprocas

Entre los diversos tipos de familia británica existen dos que se diferencian claramente de la mayoría: las familias asiáticas y las negras. Éstas ya llevan muchos años en Reino Unido y, por tanto, las sucesivas generaciones ya están plenamente integradas en esta sociedad. Consecuentemente, y después de tantos años de convivencia, se ha dado una influencia mutua y recíproca entre las diferentes culturas.
Por ejemplo, el contingente asiático que supera el millón de personas en Reino Unido, empezaron a llegar a los años 50’. Cuando los asiáticos llegaron al país tuvieron un problema: la vivienda. Al no encontrar residencias donde vivir toda la familia extensa, se tuvieron que separar en familias nucleares. Otro cambio es que los niños nacidos en Reino Unido demandan más libertad, y ser consultados a la hora de pactar su matrimonio. A la inversa, lo que los asiáticos aportaron y aportan a Reino Unido es lo que Francis Fukuyama llama “capital social”, es decir, trabajadores que transmiten confianza y fiabilidad.
Medias. Sobre 1000 personas en Londres, de media:
591 británicos blancos
120 asiáticos
114 blancos, no británicos
109 negros
32 raza mixta
11 chinos

¡Arriba el divorcio!

¿Qué le estará pasando a nuestra sociedad que de cada vez más los matrimonios se separan? Pero no sólo eso, se divorcian, se casan de nuevo, y, otra vez, acaba en divorcio. ¿Es que no somos capaces de aguantarnos más de diez años seguidos? Los estudios aseguran que muchas de las parejas que se casen hoy, en diez años ya estarán tramitando el divorcio (¡dos de cada cuatro!).

Lo que sí es cierto, según un estudio de Lillian Rubin, es que la mentalidad y la actitud, sobretodo la de las mujeres jóvenes, ha cambiado, pero ¿es motivo suficiente? Actualmente, la mujer joven desea autonomía y autorrealización tanto a través del trabajo como de la familia. Y este cambio es gracias a las libertades que se han ido adquiriendo: la mujer trabajadora, ella controla su capacidad de reproducción (la tasa de fertilidad están descendiendo), define su estilo de vida propio…

Frente a este fenómeno, el interés por el matrimonio se está reduciendo. Y es que, hoy en día, el matrimonio ha dejado de ser imprescindible para que exista una experiencia sexual regular y ya no es tampoco la base de la actividad económica. Es decir, ya no se concibe como un elemento necesario para perpetuar la propiedad y el estatus social de generación en generación.

Hay que señalar, pero, dos cosas: 1) aunque el número de divorcios aumente progresivamente, esto no es condición sine quanon de infelicidad en el matrimonio, sino que influyen diversos factores; y 2) se procura que el divorció no sea un “sistema de enfrentamiento”, sino un proceso
“sin culpables”.


El Instituto Nacional de Estadística ha publicado estadísticas de 2005 sobre separaciones matrimoniales, divorcios y nulidades.

Los niños frente al divorcio

Al hablar de divorcio a nadie se le olvida nunca hablar de los hijos y cómo ellos padecen este proceso o situación. Sin embargo, hay que pensar que no únicamente el divorcio puede crear traumas a los niños, sino que, como hemos dicho antes, el divorcio no implica infelicidad. Por tanto, no únicamente el divorcio conlleva traumas infantiles, sino también un matrimonio mal estructurado o desequilibrado en constante tensión.

“Los niños experimentan un intensa y acusada perturbación emocional en la época del divorcio”, así concluía la investigación sobre los niños durante el proceso de separación de Wallerstein y Kelly. A pesar de que siempre hay casos excepcionales, los niños con padres divorciados presentan características similares: rendimiento escolar y autoestima bajos; y, cuando son mayores, cambian de trabajo a menudo y suelen divorciarse también.
Sin embargo, hay que tener presente que hace unos años el divorcio llevaba consigo un estigma que hoy no –de la misma manera que un soltero o soltera-. Es por eso que no se puede generalizar, y hay que tener muy en cuenta también el proceso posterior al divorcio, es decir, cómo viven los niños una vez los padres ya no viven juntos. Las consecuencias son varias, como ya hemos citado anteriormente, una de las posibilidades que se abren ahora de estructura familiar es la monoparental (una minoría decide serlo, la mayoría es por consecuencia del divorcio), segundas nupcias, o el “padre ausente”.
Esta última es la más preocupante, según Wallerstein y Kelly, ya que al niño le faltará un referente masculino y de autoridad. Y añaden que la figura paterna permitía canalizar las energías sexuales y agresivas masculinas, y que, si no existe, estas energías se manifestarán con violencia y criminalidad. ¿Con ello están infravalorando las familias homoparentales, también? ¿Sólo defienden una posible estructura familiar como válida?

El mundo de los 'Astros'

Madrastras, padrastros, hijastros, hermanastros e incluso, si nos lo permitís, abuelastros. Este es el mundo de los –astros que más se conoce hoy en día. Familias que se separan y se vuelven a casar creando una nueva familia. Más que nueva sería ‘reciclada’, ya que todos los miembros que forman la nueva agrupación familiar son elementos residuales de familias descompuestas.

Abandonando la metáfora, entremos en materia. Al volverse a casar se pueden dar circunstancias diversas: los que no aportan hijos a la nueva relación (parejas veinte añeras), los que tienen hijos de la relación anterior (treinta añeros), los que ya tienen hijos adultos, algunos adoptan, etc. Es por esto, que no es conveniente hacer generalizaciones sobre las segundas nupcias.
Sin embargo, Giddens establece ciertas generalizaciones como que: es más probable que se casen hombres divorciados que mujeres, es más probable que se casen los divorciados que los casados y que los segundos matrimonios duran menos, pero que las segundas nupcias que duran son más satisfactorias que las primeras. Por el contrario, las segundas nupcias conllevas ciertos problemas con la relación anterior: existe un padre biológico que vive en otra parte, pero ejerce una fuerte influencia; y la relación de cooperación entra en competencia cuando uno de los dos vuelve a casarse.

"mujer, caballo y nogal, cuanto más les sacudas mejor serán"

Ya el refranero español refleja la cara oculta de la familia. Una cara que hasta hace poco no se descubría, sino se escondía y que, ahora, es el pan de cada día en la sección de sucesos del periódico. ¿Cuánto más se oye hablar, más casos se dan? Eso dicen.
Así pues, el abuso sexual infantil incestuoso, el incesto, y la violencia son esta cara, hasta entonces oculta. Aunque se respire un buen ambiente familiar, muchas veces esconde una problemática social. El abuso sexual, por ejemplo, se da entre padres e hijos, hermanos, abuelos y nietos, por ejemplo. También dicen que predominan en familias de clase baja. Esta realidad, igual que la homosexualidad, por ejemplo, son fenómenos “descubiertos” en los últimos diez o veinte años, pero siempre han existido, en mayor o menor grado, pero estaban ahí. ¿Tan fuerte era el espiral de silencio? ¿Tan cerrada es nuestra mentalidad para cerrar los ojos y hacer ver que nada ha ocurrido?
Incesto en Los Serrano

Anuncio del Misnisterio

Recomendamos el reportage de Entre Línies: Obrir els ulls

Buscando alternativas

¿Por qué vivir en familias? ¿Es que no existen alternativas o maneras más humanas y enriquecedoras de vivir? Platón ya hablaba, pero con otro nombre, de las comunas. Para el filósofo, en su teoría diferenciaba clases sociales entre las cuales estaban los guardianes-guerreros, los que vivían en las afueras de la ciudad, de forma comunal ya que no existía el concepto de propiedad: todos eran hijos de todos, relaciones sexuales libres, sentido de colectividad, todos tenían derecho y potestad para educar a los niños –fueran suyos o no-.
Platón lo auguró, pero hasta los años 60, con la revuelta hippie, no se asentó esta forma de vida en comunas. Actualmente perdura este concepto en casas okupas y en Israel, con los kibbutzim, comunidades de familias e individuos que cooperan en la crianza de los niños y mantienen una empresa agrícola colectiva.
Otra alternativa al modo de vivir en familia es la cohabitación, es decir, cuando una pareja vive junta sin estar casada. Se trata de un fenómeno creciente por diversos factores comentados anteriormente como el cambio de mentalidad y actitud, por ejemplo.
Film: Hair (contextualizada en el moviemiento hippie) [fragmento]

sociedad en niveles

En todas las sociedades humanas existen las desigualdades, condicionadas por la capacidad que tiene la gente para acceder a los recursos materiales y los niveles de riqueza y de renta. Esta capacidad es la que determina la estratificación social, es decir, las desigualdades que existen entre diferentes grupos de individuos dentro de una sociedad. Existen, pues, cuatro sistemas de estratificación.
En primer lugar, el sistema de esclavitud. Parece que se trate, actualmente, de un tema obsoleto, pero no fue hasta mediados del siglo XIX que se empezó a abolir este sistema. Los esclavos, privados de ocupar ciertos cargos sociales y sumisos a su amo, tenían diferentes actitudes frente a su condición: resignación o rebelión.
En segundo lugar, el sistema de castas, propio de la India. Esta organización social se basa en ciertas creencias y la pureza racial. A pesar, pero, que las castas se atribuyan a la India, en Sudáfrica, por ejemplo, podríamos decir que también existe ya que se estableció una segregación entre blancos y negros (cuestión racial).
En tercer lugar, el sistema de estamentos propios de la Europa medieval. El último estamento eran los plebeyos que mantenían una estrecha relación con su señor feudal al cual juraban fidelidad y le daban una parte de la cosecha.
Por último, y el más común, el sistema de clases, que contrariamente a los anteriores, no viene determinado por una cuestión racial, sino por una cuestión económica.
El emigrante (Celtas Cortos)

Marx 'vs' Weber: asentando las bases

Karl Marx, padre del socialismo, y Max Weber, gran historiador, asentaron las bases, con sus teorías, de la existencia de clases en la sociedad. Mientras Marx describe una sociedad formada por capitalistas explotadores (dueños de los medios de producción) y proletarios explotados (trabajadores), Weber habla de trabajadores de “cuello azul” (proletarios) frente los de “cuello blanco” (profesionales). Sin embargo, Weber reconoce que dentro de un mismo sector de la sociedad existen diferencias (pe: un trabajador cualificado –con título- o sin). Y distingue, a parte de la clase, otros elementos básicos como el estatus y el partido.
Autores más actuales, como Wright y Parkin, basan sus teorías en las de los autores anteriores. Wright, por una parte, distingue tres dimensiones que nos permiten identificar las clases:
1) las que controlan las inversiones;
2) las que controlan los medios de producción y
3) las que controlan la fuerza de trabajo.
De este modo distingue entre capitalistas (control total) y los proletarios (ningún control). Pero no puede negar que existe la situación contradictoria de clase, es decir, gente que controla unos elementos, pero otros no (¿No forman parte de ninguna clase social? ¿Los está excluyendo?). La teoría de Parkin se encuentra con la misma contradicción, pero a la clase “transitoria” la denomina cierre dual.

Infraclase

La infraclase es un sector de la sociedad compuesto, principalmente, por una mayoría étnica y las minorías desfavorecidas. Algunas de las características comunes o propias de este grupo son, en primer lugar, que se trata de desempleados a largo plazo, trabajadores inestables que cambian a menudo de trabajo y suelen vivir en guetos (a pesar que su condición mejore). A pesar de haber nombrado ciertas características, no hay ningún estudio que lo corrobore, sino que es una generalización sin una base firmemente contrastada, porque no existe ningún estudio que haya llegado a esta conclusión.
¿Qué condujo al surgimiento de esta infraclase? En Gran Bretaña, como caso concreto, pero también allá donde ha surgido, ha sido consecuencia de la crisis de la industria manufacturera y consecuencia del aumento del desempleo a gran escala.

Cuellos blancos 'vs' cuellos azules

No se trata de un enfrentamiento entre zaristas y franquistas, por ejemplo, sino entre la clase alta, los blancos, y la clase obrera, los azules. Parece contradictorio, no, que estemos hablando de clases cuando, en teoría, en una sociedad de masas, las clases no existen porque no se diferencia a cada individuo, sino que se trata a toda la muchedumbre de igual forma. Pero bien, lo que sí es cierto es que la clase alta de está descomponiendo, mientras que los trabajadores de cuello azul se están feminizando y descalificando.
¿Qué pasa, pues, con los cuellos blancos? ¿Realmente están descomponiéndose? La verdad es que la clase alta ha desaparecido como categoría coherente de clase, pero perdura ya que mantiene su posición diferenciada. Es cierto que las diferencias ya no son tan claras entre los diferentes sectores ya que existen múltiples clases de transición que ni siquiera tienen nombre. Concluyendo, la clase alta sigue siendo una de referencia, pero ha cambiado su forma: se ha diversificado, y es que la sociedad se ha aburguesado.
Referente a los cuellos azules están sufriendo lo que llamamos feminización, es decir, que de cada vez más la mujer entra a ocupar este tipo de sitios de trabajo. Por otra parte, sufren una descalificación, es decir, sus condiciones laborales están empeorando.

Mobilidad social: ¿espactativas de futuro?

Cogiendo de nuevo a Platón como referencia, él ya aguró el modo de vida comunal, pero ¿tenía razón al áfirmar que las clases o grupos sociales eran intocables, es decir, que quien nacía productor no podía aspirar a ser guerrero-guardián?

Pués bien, en las sociedades occidentales actuales en muchas ocasiones la gente prospera, cosa que supone la movilidad social, es decir, cambiar de una clase social a otra. Pero no siempre la movilidad es positiva ya que puede ser tanto asdendente (prosperar) como descendente (empeorar su situaci´n económicosocial).

Otro tipo de movilidad social, no basada en el estatus ni en el prestigio de pertenecer a un sector de la soociedad o a otro, es la movilidad horizontal, una movilidad física: un traslado a otra ciudad, país o continente por motivos laborales. Esto supone, en la mayoría de los casos, el traslado de toda la familia a un nuevo lugar, y, dependiendo del lugar de destino, este tipo de movilidad también conlleva la movilidad ascendente o descendente. ¿Por qué en unos países somos privilegiados, y en otros nos convertimos en simples trabajadores si no dejamos nunca de ser personas, la misma persona?


Ponemos como ejemplo la evlución socioeconómica del personaje de Antonio Alcánttara de la serie Cuéntame cómo pasó

Capitalism 'vs' Capitalism

Michel Albert, en su libro Capitalism ‘vs’ Capitalism, muestra dos o de los existentes de iniciativa privada y de organización económica. El primero, el “modelo estadounidense” que se basa en el libre mercado, asistencia social pública poco desarrollada y con grandes diferencias socioeconómicas entre ricos y pobres. El otro modelo, “el del Rin”, se basa en el siguiente principio: “los intereses colectivos predominan sobre los individuales” y es por eso que las diferencias sociales son menores.

Visto esto, en un mundo globalizado que tiende a la americanización de la sociedad y, por tanto, al establecimiento de su modelo, ¿Qué precio hay que pagar para mantener el desarrollo económico? ¿El incremento de las desigualdades? ¿Dónde se ha escondido el sentimiento de humanidad?

¿La sociedad está gobernada por los hombres blancos en edad activa?

Género

“La habitación será de color azul si es niño y de color rosa si es niña”. Ésta es la típica frase que solemos escuchar a un hombre y una mujer que esperan un bebé. Incluso antes de nacer, a hombres y mujeres ya se nos trata diferente, tanto en la forma de vestir como en los hábitos que se nos inculcan.

La igualdad entre ambos sexos, eso que se reclama tanto hoy en día, no ha existido jamás. La diferencia biológica entre hombres y mujeres es más que evidente y, sobre esta característica se construye – que no se justifica – la desigualdad de género.

Desde el principio de los tiempos (ya lo dijo Engels), además, la mujer ha sido considerada el “sexo débil”, el sexo oprimido y esta premisa hace que ésta sea una de las desigualdades sociales más antiguas.

Podría decirse que el dominio del hombre nació con el capitalismo, con la creación de las clases sociales y con la división de dos esferas en la sociedad: la pública, asignada al hombre, a sus negocios, a la política y a las relaciones sociales; y la privada, a la mujer, siempre al cargo de sus hijos, de su marido y de su casa.


El estudio de los diferentes roles entre hombres y mujeres

La posición feminista radical y las teorías revisionistas de producción/reproducción sirven para explicar, de dos modos diferentes, la relación entre clase y género. Por un lado, para la primera, mujeres y esposas forman una propia clase derivada de las estructuras patriarcales y de la “asumida” superioridad masculina. El trabajo doméstico, asignado a la mujer, la convierte en doblemente explotada en un modo de producción patriarcal, ya que una trabajadora casada trabaja en casa, con la “esclavitud” que conlleva el hogar y la familia, y también fuera de casa, en el mercado de trabajo (generalmente, controlado por el hombre).

Por otro lado, las teorías de la producción/reproducción tienen en cuenta la situación reproductiva de una persona dentro del ámbito del trabajo productivo. En otras palabras, se basan en la segregación sexual vertical del trabajo, una jerarquía que concentra a las mujeres en las posiciones inferiores en sectores laborales determinados, por ejemplo, en una empresa, mientras que los hombres se encuentran en los estamentos que toman las decisiones, en los “despachos”, en las zonas altas.


Argentina




Edad

En casi todas las sociedades se producen desigualdades por razón de edad, pero lo curioso es que estas discriminaciones varían con el paso del tiempo.
La edad de las personas es factor de desigualdad en la sociedad, sobre todo si se es joven o anciano. ¿El motivo? La inactividad laboral. Podríamos decir que vivimos en una sociedad dominada por los adultos en edad activa y en la que jóvenes y ancianos tienen grandes dificultades a la hora de acceder a los recursos económicos y de poder. Por tanto, cuando una persona joven, un niño o un estudiante se incorpore al mundo laboral, dejará esta discriminación de lado: “Salir del mercado de trabajo (o en el caso de los jóvenes, la no entrada) es el elemento clave para explicar la precariedad de recursos de estos grupos de edad” (Subirats i Bonal, 1988).
Por otro lado, teniendo en cuenta que la clase se relaciona con el ámbito productivo, los grupos que no trabajan (jóvenes, ancianos) quedan fuera del sistema de clase. He aquí otro elemento más de desigualdad social.
Y retomando el tema de la desigualdad de género, el concepto de edad también tiene algo que decir aquí ya que afecta de forma diferente a mujeres y hombres. Sólo un ejemplo: lo que los 35 años supone la edad de máxima plenitud laboral para los hombres, esta misma edad supone tener que retirarse del mundo profesional a las mujeres para tener descendencia o cuidar de la familia.
No discrimines






Etnia

Para no confundir términos, la RAE deja claro que el concepto etnia se refiere a la existencia de “una comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc.” Por esto, podemos entender que los miembros de las etnias se ven diferentes a otros grupos sociales y, obviamente, son percibidos desde perspectivas diferentes.

En ocasiones, el término etnia puede ser confundido con el de raza. No obstante, éste último se utiliza en determinadas circunstancias sociales y políticas para diferenciar unos grupos humanos de otros, por lo tanto, no son neutrales, ya que somos las personas quienes “etiquetamos” a los demás. A esto hay que sumar que el nivel económico de una persona, el hecho de ser mujer o de ser una persona de color son factores extra de desigualdad dentro de una misma etnia. Por ejemplo, y según asegura la socióloga británica Sylvia Walby, “la base de la desigualdad de género es diferente para las mujeres blancas que para las mujeres negras” (Walby, 1990, p.42).

"Hola, soy rumano"



El sistema de género y los roles sociales de hombres y mujeres

El sistema de género social es el conjunto de mecanismos y procesos que regulan la sociedad de modo que mujeres y hombres sean, actúen y se consideren diferentes, al mismo tiempo que determina qué áreas sociales son de competencia de un sexo y cuáles del otro (Astelarra, J., Veinte años de políticas de igualdad, p. 15-16). Como comentábamos en el artículo anterior sobre las desigualdades de género, este sistema está basado las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Gracias al sistema social de género, las sociedades garantizan los roles asignados a mujeres y hombres (ámbito público y privado, por ejemplo) y que, con el tiempo, estos se adapten y los sigan.


Este sistema diferencia notablemente la separación entre estos dos ámbitos a raíz de la aparición de las ciudades, continuando con la estela que dejaron las sociedades preindustriales. Así, como comentábamos en artículos anteriores, el ámbito público se destinó a los hombres, a su trabajo fuera de casa, con un valor social elevado, mientras que a las mujeres se las relegó al espacio privado, a su hogar.


Situación del sistema de género en la sociedad moderna

El sistema de género y la división de los ámbitos público y privado ha establecido la definición de los roles de género, qué actividades sociales y qué papeles deben ejercer hombres y mujeres en estos espacios.

En la actualidad, esta diferencia de roles se encuentra cada vez más difusa ya que ambos sexos desempeñan actividades asignadas al sexo contrario (sí, lo pueden hacer). Por ejemplo, las mujeres son capaces de hacer y dedicarse a la política y los hombres, de limpiar su casa. Aun así no debemos obviar que esta dimensión de género sigue existiendo en todas las actividades sociales y esto hace que las mujeres sean ignoradas en algunos espacios públicos, por lo tanto, sigue existiendo desigualdad.


El sistema de género y la política: el origen

Etimológicamente, ‘política’ proviene del griego polis, el lugar al donde se llevaba a cabo la actividad política, donde los ciudadanos, los hombres – se excluía a las mujeres y a los esclavos – hacían política y se expresaban libremente. Así, el discurso público lo realizaban los varones, mientras las mujeres se quedaban en casa por no ser ni ciudadanos ni personas públicas. La voz la tenía el varón, hablaba en nombre de un grupo, representaba a una comunidad de ciudadanos libres. No a la mujer ni al esclavo. Por tanto, ya desde entonces, la política se ha desarrollado en el ámbito público, el ámbito de los hombres, dejando totalmente de lado y sin voz ni voto a las mujeres.


La mujer y la política

Ya lo decíamos antes: la diferencia de roles masculinos y femeninos se distorsiona cada vez más. Un ejemplo claro es la inclusión de la mujer en la vida política. Hagamos referencia al gobierno paritario de José Luis Rodríguez Zapatero (9 mujeres y 9 hombres) y a la diferencia que le separa del equipo de gobierno de José María Aznar entre 1996 y 2000, compuesto por 10 hombres y 4 mujeres. En la vecina Francia también tenemos el caso del gobierno de Nicolas Sarkozy, con 8 ministros y 7 ministras.

A pesar de la cada vez más alta participación de las mujeres en la política, existen dos limitaciones que dificultan este trabajo: por un lado, tienen que combinar el hecho de estar al servicio del ciudadano con las tareas que se le asignan por el hecho de ser mujeres, las del ámbito privado: el cuidado de su hogar y de su familia. Por otro lado, los roles sociales asignados a los dos sexos hacen que las mujeres tengan dificultades para ejercer las actividades denominadas masculinas.

Hasta que no se normalice esta situación de una vez por todas, todo el mundo seguirá sorprendiéndose porque Carme Chacón sea ministra de Defensa. Sí, es mujer y, mientras estaba embarazada, dirigió al Ejército.

El feminismo: los orígenes

Los movimientos feministas nacieron con el objetivo de luchar por la igualdad social entre hombres y mujeres y acabar, de una vez por todas, con la discriminación que sufren las mujeres y a la que ya hemos hecho referencia en este blog.
A lo largo de los años, el feminismo ha elaborado teorías para entender el porqué de esta desigualdad entre ambos sexos y la más destacada, sin duda, es la del patriarcado, en la que se establece una relación de jerarquía controlada por los hombres que, a su vez, discrimina a las mujeres de una forma política, social y económica.
Para poder defender sus intereses, los colectivos feministas se encargan de crear una identidad que los una y, de este modo, reclamar la igualdad entre ambos sexos.
En el siglo XIX, de hecho, no tenían ni derecho al voto, por lo que surgió en Estados Unidos el movimiento sufragista, dentro de estos grupos feministas. Sin el derecho a voto, ¿qué podían reclamar las mujeres? ¿Qué clase de igualdad política o social podían reivindicar ante las autoridades si no podían expresar sus ideas ni sus inquietudes? Ni siquiera las autoridades las escuchaban. El movimiento traspasó fronteras y creó otros movimientos parecidos en otros países, acercándose cada vez más a su objetivo. Pero esta especie de “revolución de ideas” por parte de los grupos feministas hizo que muchas sufragistas fueran condenadas a ir a prisión, simplemente por defender y reclamar su condición de ciudadana y, antes que esto, de mujer.

Estos avances se tradujeron en la representación parlamentaria que perseguían. Y sí, los partidos políticos ya recogían sus intereses, pero estos derechos formales no significaban la eliminación de las discriminaciones a las mujeres por culpa de la división sexual del trabajo. Así, en los años setenta del siglo XX nació otro movimiento feminista, el feminismo contemporáneo, que va más allá del movimiento sufragista, ya que, además de la igualdad entre hombres y mujeres, buscaba el cambio radical de la organización social, de la identidad de género que se nos impone desde la infancia, esos roles que vienen asignados de fábrica a ambos sexos. La lucha por la igualdad se tradujo en la lucha por la liberación de la mujer, por salir de las cuerdas a las cuales las ataban los hombres. Esto es lo que reclaman las mujeres. Lo dice Christine Delphy.
El mundo está dirigido por clubes de hombres (Christine Delphy)




Christine Delphy, teórica del feminismo, copresidenta de la Fundación Copérnico, investigadora del CNRS - Centre National de Recherche Scientifique (Centro Nacional de Investigación Científica de Francia). Participó, además, de uno de los grupos fundadores del Movimiento de liberación de mujeres, en 1968.
En este vídeo, en francés, Delphy imparte una conferencia en la que habla del feminismo, de las desigualdades de género, de la violencia masculina y de la voluntad de las mujeres de deshacerse de las cadenas impuestas por los hombres a lo largo de la historia.

Introducción a la globalización económica

Desde la ropa, los objetos que utilizamos normalmente, nuestra comida… todo, absolutamente todo, tiene la palabra “Globalización” sellada. Hemos escuchado cientos de veces: “vivimos en una sociedad globalizada”, “la Globalización forma parte de nuestras vidas”, pero, ¿realmente sabemos qué es la Globalización y todo lo que esto conlleva?

El objetivo de la Globalización de la economía es, que el dinero y los créditos e inversiones internacionales, los bienes y servicios, las materias primas y la mano de obra puedan circular sin ningún impedimento, y así hacer más rentable el capital y aumentar las ganancias.

Hasta aquí todo parece perfecto, y lo sería si todo el capital se intercambiara del mismo modo, y si todos los países siguieran las mismas normas de intercambio, sin ningún tipo de preferencias, pero no es así, existen facilidades para según que intercambios y trabas para otros. Así por ejemplo, podemos decir que el único intercambio que no encuentra restricciones es el referente al capital financiero, es decir, el mercado bursátil, el mercado de divisas. En otros intercambios, como el del capital comercial, el de los bienes y servicios, no siempre es posible efectuarlo, ya que existen algunas restricciones, como algunas practicas proteccionistas de algunos países. Contrariamente, hay intercambios que no se producen nunca, como el del mercado de factores de producción (la mano de obra, los salarios…)

Pongamos un ejemplo: si una empresa quiere sacar el dinero de un país y llevarlo a otro país, no hay problema; si una empresa quiere vender televisores en un país determinado, si en este país no existe ninguna restricción, los televisores tienen las puertas abiertas. Pero si una trabajadora del sud quiere ir a otro país del norte dónde puede ganar más, le cierran las puertas. A esto lo llaman “orden económico liberal de dos velocidades”. Por lo tanto, en el libre comercio, la libertad puede ser para el dinero y los bienes y servicios, pero no para las personas.

Visto lo visto, si comparáramos la Globalización con un juego, sería un juego con diferentes reglas para según que participantes.

Todas estas diferencias entre las reglas del juego de unos y las reglas de otros se encaminan hacia el mismo fin: los ricos son cada vez más ricos, y los pobres, más pobres. Los perdedores del juego siempre son los mismos.

La coca-colonización del McMundo (intereses de Estados Unidos en la selva amazónica)

La potencia económica más poderosa de nuestros días es la principal “conquistadora” del nuevo neocolonialismo. Hay múltiples intereses económicos que han llevado a Estados Unidos a conquistar países o regiones, con una perfecta diplomacia política, y poco a poco, estas regiones han estado y están a disposición de Estados Unidos en cuanto a los recursos económicos tales como el gas, el petróleo…

Para poder demostrar este hecho, vamos a poner un ejemplo: los intereses de Estados Unidos en el subsuelo de la Amazonia brasileña.

La necesidad de mineral estratégico, imprescindibles para salvaguardar el poder militar y atómico de los Estados Unidos, aparece claramente vinculada a la compra masiva de tierras, por medios generalmente fraudulentos, en la Amazonia brasileña.

En la década de los 60, numerosas empresas norteamericanas, conducidas de la mano de contrabandistas profesionales, se abatieron en un rush febril sobre esta selva gigantesca. Previamente, los aviones de la Fuerza Aérea estadounidense habían sobrevolado y fotografiado toda la región, utilizando equipos especializados para detectar los yacimientos de minerales radioactivos. Los informes y las fotografías obtenidas de la extensión y la profundidad de las riquezas de la Amazonia se pusieron en manos de empresas privadas interesadas en el asunto, gracias a los buenos servicios del Geological Survey del gobierno de los Estados Unidos. Se comprobó la existencia de grandes riquezas como oro, plata, diamantes, titanio, cuarzo, cobre, plomo, mercurio… El gobierno había ofrecido exoneraciones de impuestos y otras seducciones para colonizar los espacios vírgenes de este universo mágico y salvaje, e incluso hicieron uso de la religión, como afirmaba el diario Correio da Manha: “Más de veinte misiones religiosas extranjeras, principalmente las de la Iglesia protestante de Estados Unidos, están ocupando la Amazonia, localizándose en los puntos más ricos en minerales radioactivos, oro y diamantes… Difunden en gran escala diversos anticonceptivos y enseñan inglés a los indios… Sus áreas están cercadas por elementos armados y nadie puede penetrar en ellas” (“Noam Chomsky habla de América Latina”)

Esta es una de las maneras que tiene Estados Unidos de controlar zonas estratégicas de la Amazonia, además de con “chantajes” fraudulentos: con el uso de la religión como método para conquistar y seguir globalizando.


¿Quiénes són los malos y quiénes los malos...? La verdad vs lo que nos vende la ficción del cine...

La misión:

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional: los verdaderos sustentos de la Globalización económica

Sus orígenes

El BM y el FMI constituyen, junto con los bancos regionales de Desarrollo, las denominadas instituciones financieras multilaterales. Ambas se crearon a la vez, en julio de 1944, en una conferencia internacional convocada por el presidente Roosvelt.

Su objetivo era aprender del pasado, evitando que se volvieran a reproducir los errores de “desgobierno económico” cometidos después de la Primera Guerra Mundial, seguidos por la Gran Depresión y por las políticas de “empobrecimiento del vecino” que tuvieron mucho que ver con el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Los programas de ajuste estructural del BM y el FMI

Como prestadores de recursos financieros, las dos instituciones controlan millones y millones de dólares. El BM, él solo, es el origen del 60% de la financiación oficial multilateral en los países en vía de desarrollo. A principios de los años 80, el FMI aparece como un destacado prestador para los países en desarrollo, es por estas fechas cuando el BM y el FMI lanzan sus programas de ajuste estructural.

Estos programas condicionan la concesión de recursos y el asesoramiento económico a la implantación de medidas de reducción del gasto público, del aumento de las exportaciones, de reducción de las importaciones, privatizaciones o promoción de la inversión extranjera.

Por esta vía, el BM y el FMI han alcanzado una capacidad de influir sobre la política económica y las estrategias de desarrollo de los países del Sur que supera la relevancia de su financiación. Sobre todo si tenemos en cuenta que en la actualidad, la mayoría de los países industrializados exigen el cumplimiento de las condiciones de los programas de ajuste como requisito imprescindible para proporcionar ayudas al desarrollo.

En efecto, los programas de ajuste estructural no sólo han conseguido el efecto esperado en materia de crecimiento económico y reequilibrio en la balanza de pagos, sino que han generado una serie de costes sociales y medioambientales de dramáticas consecuencias para la población más pobre. En los países que han experimentado tasas de crecimiento más altas, raras veces este hecho se ha traducido en una significativa reducción de la pobreza. Todo lo contrario, estos planes de ajuste estructural sólo són un método infalible para augmentar la dependencia de los países del sur respecto a los del norte y poder así aprovechar su pobreza para seguir generando beneficio y manteniendo, al fin y al cabo, el sistema económico actual.

El imperialismo cultural

Los principios del imperialismo cultural por parte, sobre todo, de los Estados Unidos sobre Europa Occidental y a su vez, los del mundo Occidental sobre el resto del mundo ya son hechos consumados. El principio fue la guerra Fría y la consumación, claro está, la caída del muro de Berlín y el triunfo final del bloque capitalista impuesto sobre todo el mundo y liderado por Estados Unidos. Podríamos poner miles de ejemplos relacionados con este tema. Para demostrar la imposición cultural de Estados Unidos respecto a Europa, o más concretamente a España, sólo hace falta encender la televisión y ver el número de series norteamericanas que se emiten, o ir al cine y contar el número de películas de Holliwood que están en cartelera y compararlas con el número de películas españolas o incluso, europeas. Sólo con entrar a un supermercado la mayoría de productos son de origen norteamericano, como es el caso más conocido de la Coca-cola. Este hecho, es aun más espectacular, cuando paras a preguntar a cualquier persona que vaya al cine o a comprar, ya que ni siquiera son conscientes de que se trata de un producto extranjero, su implantación está tan consumada que forma parte de la vida cotidiana y a nadie le extraña.
Para demostrar la imposición cultural occidental respecto a otros países, principalmente “tercermundistas”, hay, a grandes rasgos,un claro ejemplo:
La FAO es una organización de las Naciones Unidas que se encarga de luchar contra el hambre en el mundo. Sus planes contra este gran problema consisten, a grandes rasgos, en eliminar el cultivo de subsistencia que llevaban a cabo estos países y substituirlo por el monocultivo de productos que no les sirven para alimentarse (cultivo de algodón, por ejemplo). La solución es vender la producción obtenida como materia prima y con el dinero poder eliminar el hambre. El problema de la solución es que, venden las materias primas a un precio y luego han de comprar los productos elaborados con esas materias primas a otro precio mucho superior, lo que les deja, evidentemente, sin dinero para comer. Además de estos planes, también establecen directrices de alimentación occidentales que conlleva la ingestión de productos también occidentales que tiene que comprar. Este ejemplo nos hace ver como una solución, a ojos de ellos, no es más que otro problema enmascarado más. Lo único que consiguen, que es precisamente su objetivo, es mantener la dependencia del tercer mundo respecto a los países occidentales que, a su vez, se benefician de esta dependencia. Beneficios, si, el objetivo del sistema capitalista que, una vez más, se consigue a través de los países más desfavorecidos, robando identidades a pueblos enteros e imponiendo unas formas de vidas que no les pertenecen.


Para TODOS Coca-Cola:


La exclusión social voluntaria: En contra del mundo

Dentro de la exclusión social podemos distinguir varias dimensiones. En lo referente a la dimensión cultural, distinguimos varios tipos de exclusión social: la involuntaria, o padecida, es decir es un grupo o la sociedad misma la que excluye a una persona o colectivo y la voluntaria, es decir, una persona o colectivo se excluye porque quiere o no esta conforme con algún aspecto de su vida o de la sociedad en la que vive. En este último grupo podemos englobar a J.T, un indigente que vive en las calles de Barcelona y que se ha prestado a contar su testimonio:

¿Cuánto hace que vive en la calle?
Hace unos dos años más o menos, no llevo la cuenta de los meses y los días.

¿Cómo era su anterior vida?
Bueno, yo tenía una vida normal, esto depende a lo que tu llames normal, claro. Ese es el problema, lo que una persona ve normal o no es muy relativo. Yo te lo voy a contar y tu pensaras que mi vida era más normal que ahora, pero ya te digo, ese será tu punto de vista que ni se le parece al mio. Mi vida era rutinaria, siempre lo ha sido desde que nací, estudié, soy licenciado en química, y cuando empecé la carrera también empecé a trabajar. Vivía solo, en un piso de alquiler que me pagaba con mi sueldo. Si sigues preguntando por la calle verás que hay mucha gente que hace lo que yo hacía: trabajar sin parar para tener un sueldo mínimo como para pagarme un alquiler y un plato de comida. Lo que se supone que es “ley de vida”, y lo que yo me he negado a seguir desde pequeño. Siempre fui el típico niño rebelde, inconforme con el sistema y de repente me vi formando parte de él.

¿Qué momento de su vida le hizo tomar esta decisión?
Trabajaba de profesor. Cuando conseguí este trabajo vi la oportunidad de mi vida, podría enseñar a los demás mi filosofía de vida. Pero en cuanto me puse a dar las clases me volví a ver otra vez sometido a unas leyes que no eran las mías. Entonces fue cuando la enseñanza me resultó absurda tal y como se plantea en la sociedad actual. Para mí la educación de hoy en día sólo crea dogmas y por lo tanto se opone a la búsqueda de la verdad. Este fue el punto clave, además dejé de creer en una vida cómoda y segura, ya que la mantenía desde hacía años y nunca me había llevado a ninguna satisfacción. Fue entonces cuando pensé en sí merecía la pena seguir con esta vida, enseñando cosas en las que no creía o me plantee cual era la manera de romper con la rutina, con el sistema de vida normal para la mayoría de vosotros. Y fue está opción la que consideré más rompedora, más antisistema y para muchos, y soy consciente, también la menos comprensible.
¿Cómo es su día a día en la calle?
Pues es una caja de sorpresas. Un día duermes en una portería, otro día en un parque o en un cajero, o otros días, con más suerte, en un albergue. Llevo cuatro bolsas, en una tengo la ropa de verano, en otra la de invierno, en la tercera recojo cosas de las basuras, es curioso ver la de objetos que la gente tira y pueden ser útiles, y en la cuarta, pues, todo lo demás. Voy a comer a los comedores sociales cuando hay plazas, los educadores de calle nos van diciendo sitios para ir y nos ayudan mucho, pero ya te digo, si no hay plazas pues no las hay, eso no depende de estas personas. Y cuando no como ni duermo pues me paso las horas dando vueltas por las calles, me paro en los parques y observo a las personas, no se. No voy a decir que la vida en la calle sea divertida, todo lo contrario, es muy difícil, aunque me cueste admitirlo aquí también hay leyes y se defienden a muerte, la gente hace lo que sea para sobrevivir, si llevas una chaqueta un duro más cara que la de otro no dudan en quitártela y en meterte una paliza si te resistes. El problema del alcohol también está presente, para muchos la única forma de mantenerse caliente es bebiendo, hay gente que vive borracho desde la mañana a la noche se les cruza los cables y pueden hacer cualquier cosa, hay que ir con cuidado, sino te metes en líos no tienes problemas, pero es que en esta situación, es muy difícil no verse implicado en algún lió sin quererlo. Otro problema son los policías... que a la mínima que te ven sentado en un banco o donde sea vienen a echarte... si en vez de ser un pobre hombre con un abrigo marrón fuera un chiquillo que acaba de salir del cole otro gallo cantaría. Tampoco nos dejan dormir en los cajeros... si no molestamos a nadie, sólo dormimos y ya está. El caso es que evidentemente estorbamos, somos la excepción del sistema, por eso molestamos, porque no somos normales, y aunque esta vida no sea la mejor, este hecho hace que en parte me sienta orgulloso de haber elegido esta vida y de defenderla a muerte.

¿Qué opinan sus familiares de la decisión de vivir en la calle?
Mi familia nunca ha sido un problema, porque nunca la he tenido. Mi madre murió cuando yo era niño y aun vivía en Jaén, luego me trasladé con mi padre aquí. Mi padre se casó con otra y vivíamos los tres juntos bastante bien. Mi padre y ella mantenían la casa y yo me puso a trabajar también para pagarme los estudios. Cuando me metí a hacer la carrera de química, me restaba mucho tiempo para trabajar y mi padre y su mujer no estaban de acuerdo. Fue entonces cuando me independicé y decidí salir para delante yo solo, esto no gustó nada a mi padre y perdimos todo el contacto. Lo último que se de ellos fue que se trasladaron a vivir a un piso del Prat, antes de que yo me fuera a la calle. Luego he tenido diferentes novias y eso, pues como todos los chavales ya ves, pero nada, nunca me ha convencido ninguna, o yo no les he convencido a ellas que es más probable. Ni mujer, ni hijos... soy una persona libre y no dependo de nadie, por eso mi decisión no fue difícil... si yo lo tenía claro no había nada más que pensar.
¿Y sus compañeros?
Bueno mis compañeros... hay de todo, unos me dicen que estoy loco, que si ellos pudieran anda que estarían viviendo en la calle, otros me comprenden, no se, ya te digo que hay opiniones para todos los gustos. Nunca he tenido problemas con nadie por eso, yo respeto a los demás y ellos me respetan a mi, no me meto en líos. Alguna vez he tenido alguna pelea, pero eso aquí es normal, nada que no pueda solucionar un vasito de vino.
Alguien debería recordar a algunos periodistas, que aunque sean indigentes también son personas y no animales, como parece decir este artículo de El Periódico del 24/4/2008 con frases como: “los indigentes TOMAN los jardines...” o “los vagabundos se han ido AMONTONANDO por su claustro y bancos”. Viven en la calle pero no son delincuentes.

La exclusión social: nuestro sistema de vida

Las diferencias entre dos grupos sociales, la llamada dinámica dentro-fuera, ha estado vigente desde los primeros años de la existencia humana. Podríamos hacer un pequeño recorrido por la historia y establecer diferencias. Desde la llamada edad de piedra ya había un grupo predominante que mandaba por encima de los demás, en la edad del metal el poder era de aquellos que tenían más material para cambiar o más monedas de oro. Los romanos ejercían su poder sobre los esclavos, con la Santa Inquisición, los cristianos sobre los herejes y con la llegada de las sociedades clasicistas, los burgueses sobre los obreros o la clase proletaria.
Esta dinámica también existe entre países. Todas las guerras se basan es esto, un país o grupo de países que ejercen su poder sobre otros o que luchan por ejercerlo. Así podemos hablar de un claro ejemplo de abuso de poder en la repartición de África, en la famosa etapa histórica de la colonización, o de otro ejemplo de disputa entre dos países por el dominio del mundo: la Guerra Fría entre la URSS y Estados Unidos.
Podríamos pasarnos años repasando los diferentes momentos de la historia en los que se dan casos similares, pero siempre estaríamos hablando de lo mismo: un grupo predominante que tiene, por diferentes motivos, más poder que los demás, y que decide imponerse al resto. Opresores y oprimidos, esta es la base de la exclusión social.
Llegados al momento actual, ¿quién ejerce el poder sobre quien? O mejor dicho: ¿qué ejerce el poder sobre nosotros? No podemos afirmar que exista un grupo determinado de personas que manden sobre otros, en este sistema económico-político el poder no es de las personas sino del dinero. ¿Mandan las personas que tienen más dinero? No... manda el mismo dinero, ya que dada las diferentes transacciones que mueven los mercados económicos, una persona puede ser millonaria un día y morirse de hambre el siguiente. Ni siquiera podemos afirmar que el poder es de los dueños de las grandes multinacionales, que hoy en día mandan más que ciertos estados, ya que estos dueños no dejan de ser personas anónimas que juegan a un juego llamado bolsa, y que, al igual que antes, mañana podrían no estar jugando. Tampoco podemos ignorar el llamado cuarto poder... el poder de los medios de comunicación, que tienen el monopolio de la información y por lo tanto, el monopolio de nuestra visión del mundo. Que manipulan información y deciden por nosotros que es lo que debemos y lo que no debemos saber. Que se mueven a través de intereses económicos, que informan de aquello que no daña la buena imagen del sistema, y que, por lo tanto, lo mantiene en pie.
En este sistema, ¿quién está dentro y quién fuera? ¿Tiene sentido esta dinámica? ¿Existe un grupo predominante o estamos todos excluidos? ¿Se han creado diferentes infraclases dentro de los excluidos? ¿Cuál es la manera de volver a conseguir el poder del mundo? ¿Es esta la solución, o ni siquiera la hay...? Reflexionen ustedes mismos...

Karl Marx y Friedrich Engels: manifiesto del partido comunista, capítulo 1: burgueses y proletarios. (Academia de ciencias Luventicus) http://www.luventicus.org/articulos/03U003/index.html
Zeitgeist, la lucha por el poder del mundo continua, las grandes mentiras de la historia. Documental alemán subtitulado en español. Duración: 2 horas. http://video.google.com/videoplay?docid=8883910961351786332